Trecientos millones de chinos emplean esta mensajería instantánea de voz
Más o menos cada media hora, Jenny Zhao, joven y
siempre conectada, desbloquea su iPhone 5 para hablar con sus amigos a
través de Weixin (conocido en el resto del mundo como Wechat),
una aplicación de mensajería social sumamente popular en China. “Puede
que pase seis horas al día en Weixin”, dice Zhao, una vendedora de
cosméticos de 24 años. “Gran parte de lo que hago gira a su alrededor”.
Weixin (pronunciado “guaishin”) permite a los usuarios de teléfonos
inteligentes enviar mensajes y compartir noticias, fotos, vídeos y
vínculos a páginas web, de manera muy similar al WhatsApp.
Tres años después de salir al mercado en China,
Weixin cuenta con casi 300 millones de usuarios, lo que la coloca en una
posición dominante en el mercado de teléfonos inteligentes más grande
del mundo. Ya ha frenado el crecimiento del servicio de mensajería de la
compañía de móviles más importante del país y ha empujado a las
empresas de Internet más relevantes a crear servicios que le hagan la
competencia.
Los analistas sostienen que el espectacular ascenso de Weixin cierra a Facebook
prácticamente cualquier opción de convertirse en líder del mercado en
el gigante asiático. En 2009, el Gobierno chino bloqueó el acceso a la
red social fundada por el estadounidense Mark Zuckerberg. Desde
entonces, Facebook ha insinuado la posibilidad de volver a intentar
entrar en el mercado chino, quizá uniéndose a una empresa local. “Aunque
Facebook tuviera el permiso, probablemente sea demasiado tarde”, afirma
Wang Xiaofeng, analista de Forrester Research. “Weixin ofrece la misma funcionalidad que Facebook y Twitter, y los chinos ya se han acostumbrado a él”, añade.
Weixin fue creado por Tencent,
referencia de Internet en China y conocido por su servicio de
mensajería instantánea QQ y sus juegos digitales. Tencent, que cotiza en
bolsa y tiene un valor de más de 100.000 millones de dólares en el
mercado de Hong Kong, pretende reforzar su dominio de las redes sociales
y entrar en nuevos negocios, como el comercio electrónico.
En lugar de enviar mensajes tecleando caracteres chinos, lo cual puede llevar mucho tiempo, graba y envía mensajes de voz
Tencent también promociona Weixin en el extranjero,
sobre todo en el sureste de Asia, donde hay decenas de millones de
usuarios. Y ahora planea desembarcar en Europa y Latinoamérica.
Weixin es en parte Facebook, en parte Instagram y en parte walkie-talkie.
En lugar de enviar mensajes tecleando caracteres chinos, lo cual puede
llevar mucho tiempo, los usuarios pueden grabar mensajes de voz. “Las
empresas chinas de Internet ya no van a la zaga”, dice William Bao Bean,
director general de la empresa de capital riesgo SingTel Innov8. “Ahora
lideran algunos ámbitos”.
Según los analistas, los cambios tecnológicos
suelen acabar con las empresas que tardan en reaccionar. Pero esa
amenaza de extinción también puede resultar inspiradora. Y eso le
sucedió a Tencent, que creció a un ritmo trepidante durante buena parte
de la década pasada. El miedo a que la aparición de una nueva tecnología
pudiera acabar con ese éxito, impulsó a los directivos a animar a los
desarrolladores de programas a buscar nuevas ideas. Tres meses después,
Tencent presentaba Weixin.
La aplicación, que ofrece juegos gratuitos para
móvil y una función de pago que puede utilizarse incluso sin conexión a
la red, pronto podría convertirse en un negocio rentable aunque consiga
pocos o ningún ingreso por publicidad. Tencent ya experimenta con Weixin
para pedir taxis y reservar hoteles y vuelos, e incluso para controlar
electrodomésticos a distancia.
El pasado agosto, un analista tecnológico del
Barclays pronosticó que Weixin podría tener 400 millones de usuarios y
unos beneficios de casi 500 millones de dólares este año. Dado que los
inversores también esperan ese crecimiento, las acciones de Tencent se
dispararon un 94% el año pasado.
Uno de los problemas, según los analistas, es que
los jóvenes chinos avezados en materia tecnológica son volubles y
podrían pasarse a otros servicios de mensajería. Otra amenaza podría
provenir del grupo Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico.
El pasado agosto, Alibaba prohibió a los vendedores de su página de
compras Taobao.com utilizar Weixin para comercializar sus
productos. Luego, Alibaba presentó su propio servicio alternativo,
Laiwang, y un nuevo proyecto de plataforma de juegos para móviles.
En el extranjero, el principal obstáculo para los
planes de expansión de Tencent son los recelos que despierta que una
empresa china gestione tanta información personal. El estricto control
que las autoridades del país ejercen sobre los servicios de Internet
hace temer que la compañía pueda verse obligada a facilitar esos datos.
Los directivos de Tencent insisten en que el riesgo de espionaje es
escaso porque no almacenan los mensajes en sus servidores.
Por ahora, los chinos optan por Weixin y, al parecer, están
enganchados a él. En el trabajo, en el metro y en los restaurantes se
escucha cada vez más a menudo el “ping” de un nuevo mensaje entrante de
Weixin. “Lo uso a diario”, asegura Zhang Shoufeng, de 29 años y
representante de una firma de alimentación. “Mis amigos lo usan y mi
jefe también. Hablamos sobre dónde comer, salir y reunirnos para las
convenciones de empresa. “Nos comunicamos así”.Fuente