Las computadoras de escritorio quedan en segundo lugar y las tablets apenas llegan en cuarto. El 49% de las personas cambia su teléfono cada 2 o 3 años. El 32% utiliza Internet a diario.
Viernes, 17 de Mayo de 2013
La telefonía movil y los smartphones en particular han cambiado el escenario tecnológico cotidiano.
El lugar los teléfonos móviles es central y observable, no solo en las estadísticas sino en el escenario diario de Buenos Aires y muchas otras grandes ciudades de América Latina. El uso de lo teléfonos está enfocado en el envio de mensajes de textos en el 39% de los casos, un 19% los emplea como fuente de información y solo el 19% se concentra en las llamadas de voz. Este último dato es sumamente curioso para un dispositivo cuya función de origen es la comunicación de voz, pero extremadamente esperable dadas las posibilidades técnicas y económicas relacionadas. El avance de la tecnología y el ofrecimiento de nuevos modelos es tal que el 49% de las personas cambian su dispositivo cada 2 o 3 años; sin embargo, también existe un 31% que asegura que no lo cambia nunca. En cuanto a su significado social, el 74% de los consultados señaló que no es un indicador de estatus social.
En lo que se refiere a la conectividad el 32% de las personas dijo conectarse a Internet constantemente, el 21% lo hace una vez al día y otro 21% no lo hace nunca. Sobre las redes sociales el 54% de los encuestados señaló que puede estar mucho tiempo sin ingresar a una, y solo el 11% confesó no poder esperar un solo día. En particular se destaca el hecho de que los jóvenes entre 18 y 25 años son los que mayor afición tienen a estos servicios. Los resultados del estudio parecen indicar que la preocupación por la seguridad es un tema de gran importancia. El 52% piensa que los contenidos de las redes sociales pueden llegar a ser perjudiciales para ellos o sus familias, el 33% considera que no hay riesgo alguno. Un factor en estas tendencias marca que las personas con hijos son mucho más precavidas o desconfiadas. Las personas solteras tienden a ver las redes sociales como espacios de mucho menos impacto.