Los creadores de YouTube apuestan por la edición colectiva 

 


Chad Hurley y Steve Chen cambiaron el mundo audiovisual para siempre. En 2005 lanzaron YouTube, un servicio para subir vídeos a Internet casi con cualquier formato y después compartirlos en blogs y páginas web. Tras su venta a Google en 2006, pasaron a trabajar para un fondo de creación de empresas, AVOS.
En este tiempo no han estado parados. Churley, por ejemplo, se ha volcado en Zeen, una aplicación para crear revistas a partir de contenido de la Red. También compraron una de las primeras páginas en usar el aspecto social: Delicious, un almacén de enlaces ordenados por etiquetas.

Pantalla de grabacion de MixBit.

Su último juguete se llama Mixbit, una aplicación recién estrenada para iPhone y que saldrá para Android en las próximas semanas. El programa, gratuito y todavía con escasas reseñas en la AppStore, se parece, en parte a Vine -la apuesta por el vídeo de Twitter-, y la opción de grabación de Instagram en Facebook. Si la primera se quedaba en los 6 segundos, aunque con reproducción en bucle, y la segunda llega a 15, Mixbit alcanza los 16.
A pesar de la sencillez de uso, cuenta con numerosas opciones: Reordenar las tomas con solo arrastrar y soltar la miniatura, recortar el fotograma, duplicar una toma y guardar el resultado en el teléfono. Por cierto, recomiendan grabar con el teléfono en posición horizontal.
La mecánica de grabación es calcada a la de Vine. Se deja el dedo en la pantalla y registra hasta que se levanta. Así hasta sumar el límite de 16 segundos. Después se puede descartar trozos, recortar, o cambiar el orden. La calidad final es bastante superior a sus competidores, pero la velocidad de subida todavía deja bastante que desear.
Una vez creada la toma se puede compartir en Twitter, Facebook, Google+ o la web de MixBit. Pero va un paso más allá. No se conforman con vídeos individuales, sino que permiten tomar las creaciones de los demás, remezclarlas, volver a cortar y publicar vídeos totalmente diferentes a los originales. El límite está en la suma de 256 clips, cuyo resultado sería una hora de vídeo. Técnicamente posible, pero demasiado para la atención del internauta medio.
“Cuando empezamos con YouTube queríamos que fuese fácil, que cualquiera pudiera compartir vídeos. Ahora queremos que hagan vídeos buenos”, explican los creadores en la AppStore.


Portada de la web de Mixbit.

Su intención es llegar a crear una comunidad de creadores de vídeo en Mixbit: “Creemos que todo el mundo tiene algo interesante que decir. Nosotros les damos herramientas divertidas e intuitivas para ayudarles a contar sus historias juntos. Pensamos en la creatividad como un proceso colectivo”. En Vine no se plantean la edición a posteriori. En Instagram es algo muy rudimentario. Tan solo deja descartar fragmentos antes de publicar el resultado.
Esta no es la primera incursión de Hurley y Chen en el mundo audiovisual. Hace dos meses sacaron, solo en China, Wan Pai, una primera aproximación, con animaciones simpáticas, pero con pocas diferencias respecto a Vine.