El servicio de videoconferencias de Google añade llamadas intrenacionales a teléfonos fijos, gratis o con tarifas más bajas que la competencia


Videoconferencia con Hangouts. / R. J. C.

Cuando Google decide impulsar algo, no le importa pasar por encima de nada, incluso si es uno de sus servicios estrella. No le tembló el pulso al cerrar Reader, su lector de blogs, para impulsar Google+. El siguiente paso será GTalk, según las declaraciones de Bradley Horowitz durante la pasada conferencia de desarrolladores: “Hangouts+ será el servicio transversal de mensajería. Por ahora GTalk no tiene fecha de cierre, pero está previsto que todo se integre. La convergencia es así”.
La novedad en Hangouts es que, desde el miércoles, se puede llamar a teléfonos fijos de todo el mundo, solo con voz o también con vídeo. De momento solo funciona en Estados Unidos y Canadá, donde la llamada a fijos es gratuita. Para llamar al resto de países ofrecen tarifas que casi nunca superan los 10 céntimos de euros por minuto.
Este cambio es un golpe al corazón de Skype, el servicio que popularizó las llamadas por Internet, y que compró Microsoft en mayo de 2011 por unos 6.000 millones de euros. Google da por declarada la guerra desde el momento en que publican las tarifas de cada país junto a las del “competidor líder en voz sobre datos”, en clara referencia a Skype.
A preguntas de este periódico, Skype se defiende con una declaración de manual: “Mientras que Google es muy bueno en publicidad y se centra en múltiples cosas, Skype tiene un claro enfoque en las comunicaciones. Pero como líderes del mercado, solo estamos interesados en ofrecer la mejor propuesta para el consumidor, que siempre ha estado en el centro de nuestra estrategia”.
Hangouts cuenta con 500 millones de usuarios y Skype con más de 300 millones. Aunque con matices en ambos casos. En abril, Microsoft cerró MSN e integró las cuentas del veterano sistema de chat en Skype. Google cuenta como usuarios a todos los que tienen una cuenta en Google+, aunque activos no son más de 190 millones, según sus propios cálculos.
De momento, pues, Skype es líder claro, pero Hangouts se completa con más habilidades, como una aplicación móvil que aspira a plantar cara a WhatsApp.
Skype, como Hangouts, ofrece chat de grupo, pero de pago. En Hangouts pueden intervenir hasta 10 personas a la vez; en Skype, no. Javier Arias, ingeniero de ventas de Google radicado en Londres, anuncia que no está entre sus planes cobrar por ninguna de las opciones del nuevo programa.
Además de las charlas simultáneas, Hangouts tiene la posibilidad de emitir en directo. Se trata de charlas públicas a las que se accede desde un enlace. Las denominadas On Air tienen múltiples usos: emisión de debates, charlas, conciertos o tutoriales. Un ejemplo, el Barcelona emitió en directo por Hangouts la llegada del futbolista Neymar.
Si se usa desde el móvil la potencia es todavía mayor. Huelga decir que en tiempos de manifestaciones y protestas sociales casi a diario es una herramienta tanto informativa interesante. Arias no se compromete a garantizar una calidad concreta de emisión: “Puede llegar hasta el estándar de alta definición, pero está pensado para adaptarse al ancho de banda de la conexión, tanto de destino como de emisión”.
Tanta generosidad no hace gracia a las operadoras de telecomunicaciones, que empiezan a considerar a Skype, WhatsApp o Hangouts como operadores de telefonía pero sin las obligaciones de servicio universal que conllevan. Arias no teme su reacción: “Somos socios de casi todos los operadores de una manera u otra. Tienen asumido que son las leyes del mercado”.