El diario, que cita a funcionarios y expertos informáticos, señaló que ese grupo chino había cesado sus actividades hace unos tres meses "en medio de pruebas" de sus incursiones.
El Times recuerda que el Gobierno de Barack Obama esperaba que al nombrar y poner en situación embarazosa a esos grupos podría inducir a las nuevas autoridades de China a controlar al equipo altamente organizado de incursores militares o bien a que actuasen con mayor sutileza.
Pero la Unidad 61398, cuya sede central muy custodiada en un edificio blanco de doce pisos a las afueras de Shanghai se convirtió en símbolo de la ciberpotencia china, trabaja nuevamente, según las fuentes citadas por el Times.
No está claro, de todos modos, quién se ha visto afectado por los ataques recientes, añadió el diario.
La empresa Mandiant, una compañía privada que ayuda a que las empresas y agencias del Gobierno se defiendan de los piratas, indicó al diario que los ataques chinos se han reanudado pero no identificó los objetivos al alegar "acuerdos con sus clientes".
Mandiant sí declaró al Times que las víctimas son muchas de las atacadas antes por la misma unidad militar china.
Según un informe de Mandiant divulgado en febrero, que el Times afirma pudo confirmar con funcionarios del Gobierno de EE.UU., los "hackers" chinos fueron responsables de decenas de robos de propiedad intelectual y documentos del Gobierno en los últimos cinco años.
"Han robado planos, bosquejos, planes de fabricación, resultados clínicos, documentos sobre precios, estrategias de negociación y otra información privada de más de un centenar de clientes de Mandiant, principalmente en Estados Unidos", según el Times.
Esa unidad cibernética china, según los expertos citados por el diario, fue responsable de un ataque en 2009 contra la compañía Coca Cola que coincidió con su intento, infructuoso, de adquirir el grupo China Huiyan de zumos.
En 2011, la unidad militar china atacó RSA, un fabricante de productos para la protección de datos usados por agencias del Gobierno de EE.UU. y por contratistas militares, y usó la información obtenida para ingresar en el sistema de ordenadores de Lockheed Martin, el contratista aeroespacial estadounidense, según el NYT.
Los expertos en seguridad dijeron al Times que, más recientemente, los chinos apuntaron "a compañías con acceso a la red de energía: en septiembre esa unidad ingresó (en el sistema de) la subsidiaria canadiense de Telvent, ahora Schneider Electric, que tiene diagramas detallados de más de la mitad de los oleoductos y gasoductos de América del Norte".