De aspecto desenfadado y con una melena que le imprime, si cabe, un 'look' más juvenil, Albert Shum sin duda debió de sorprenderse cuando recibió un correo de Microsoft con un: "¿Te vienes a trabajar para nosotros?".
De aspecto desenfadado y con una melena que le imprime, si cabe, un 'look' más juvenil, Albert Shum sin duda debió de sorprenderse cuando recibió un correo de Microsoft con un: "¿Te vienes a trabajar para nosotros?".
Este brillante joven había cursado sus estudios en la prestigiosa universidad de Stanford, pero su carrera se había labrado en Nike,
la conocida marca de ropa y complementos deportivos. Transgresor,
visionario pero, ante todo, un diseñador 'pata negra', Shum está detrás
de uno de los productos que más impacto ha tenido en nuestro tiempo: la
gama Nike+. Y su arte no escapó a la atenta mirada de Microsoft,
que necesitaba desesperadamente alguien que diera la vuelta a la rígida
imagen de sus productos. Shum no lo dudó, y sus planes en la casa son
muy ambiciosos. ¿Demasiado?
Nacido en Hong Kong
y de padre taxista, Shum se trasladó con el resto de su familia a la
localidad canadiense de Winnipeg, donde trabajó con frecuencia en un
restaurante que abrió el progenitor de la casa. Ya de niño apuntaba
maneras: le encantaba la estética de los Manga y sentía
curiosidad por ver cómo se ensamblaban las cosas. Disfrutaba
despedazando su bicicleta para luego recomponerla de nuevo. Este
espíritu libre, obsesionado por el diseño y la estética era exactamente
lo que necesitaba Microsoft. La firma fundada por Bill Gates arrastraba la losa de firma rígida y obsesionada en priorizar la programación al diseño.
Los de Redmond suspiraban por su Jonathan Ive particular y parece que lo encontraron en este genio jovial.
Windows Phone, la gran baza de Microsoft
Shum resume su presencia en la firma dirigida por Steve Ballmer
en una cuestión de equilibrio cerebral: según su visión, se debe
cambiar la filosofía de pensar con el lado izquierdo del cerebro hacia
un pensamiento con el lado derecho, "mucho más creativo", afirma en
declaraciones a CNET.
Esta visión era precisamente lo que buscaba Microsoft, que no ha dudado
en poner a Shum al frente de un equipo de 88 personas en el equipo de
diseño de Windows Phone, la plataforma para móviles de los de Redmond.
Y su impronta no tardó en llegar: nuestro hombre es el responsable de la interfaz Metro y las Live Tiles,
unas tarjetas vivas en las que los contactos se convierten en un
elemento dinámico y su gestión mucho más rápida e intuitiva. Shum apostó
por este enfoque frente a la apuesta de sus rivales, como iOS, que optaba por trasladar a la pantalla los elementos físicos en forma de botones.
En
este sentido, la apuesta de Shum supuso un salto cualitativo en lo que a
sistemas operativos móviles se refiere, pero parece que ofrecer algo
diferente no basta en este reñido mercado. Microsoft se hunde en las
tablas que analizan la cuota de mercado de 'smartphones', y este hecho
no pasa desapercibido para este talentoso diseñador: "lo tenemos muy
claro", reconoce Shum.
Centrado en el
diseño, esta pieza clave en la firma de Seattle, sigue trabajando a
brazo partido en una plataforma innovadora, mientras Microsoft sigue
tirando de caja para hacerse un hueco de peso en el segmento de la
telefonía móvil, y parece que el arte de uno y el tesón de otro comienza
a dar tímidamente sus frutos: Windows Phone duplicó su share en Europa en 2012. Un gran paso adelante, aunque hablemos tan sólo de un 5,4%.